Durante las últimas semanas, la congregación donde predico ha estado haciendo algo muy inusual … no nos hemos reunido en el edificio de la iglesia para adorar. Debido al Covid-19, hemos estado adorando en nuestros hogares y viendo una transmisión de video. Y voy a ser honesto y decirte que no me gusta. Me gusta reunirme en un grupo grande, interactuar con todos y estrechar las manos. NO reunirme es algo que rara vez he experimentado. En 1989―el huracán Hugo provocó una gran destrucción en la ciudad de Charleston y por un período de tiempo no pudimos reunirnos. Cuando estaba en el ejército. El año pasado tuve un accidente en una motocicleta de 4 ruedas que me llevó al hospital durante 3 meses, y no pude adorar con todos juntos. A veces tenía que sintonizar completamente solo en la habitación del hospital, con enfermeras interrumpiendo. Realmente lo detestaba. Pero desde que salí, no me he perdido un solo servicio, aunque a veces he tenido mucho dolor. Tengo muchas ganas de estar allí.
Pero esta situación actual (con este virus) ha generado muchas preguntas. Estamos experimentando cosas
que nunca hemos
experimentado. Le pregunté a un miembro de
nuestra congregación que tiene 92
años
si alguna
vez había visto algo así. Él dijo “nunca.” Los ancianos están evaluando cosas que no han tenido que evaluar antes. Preguntas
que nunca han
considerado. He tenido
predicadores y
amigos llamándome y preguntándome: “¿Qué piensas de
esta situación?” Entonces, ¿Qué debemos
hacer? Los ancianos donde
predico han considerado esta
situación con mucho cuidado y decidimos
que, con todos los
factores considerados,
reunirse en nuestros hogares con una transmisión online es la mejor situación “por ahora.”
No obstante, si ve en Internet, algunas personas plantean objeciones y dicen que esta decisión que nosotros (y muchos otros) estamos tomando es incorrecta. Entonces, creo que debemos considerarlo, porque no queremos hacer nada mal. Su servidor pensó: “Si al estudiar esto, determino que está mal, entonces tendré que volver con los otros ancianos e intentar persuadirlos.” Realmente quiero estar en lo correcto – HACER lo correcto. Entonces, lo que me gustaría hacer durante los próximos minutos es hablar sobre esta decisión que muchas congregaciones están tomando de “cancelar la reunión pública a cambio de la adoración en nuestros hogares.”
En primer lugar, es importante que se nos recuerde que la Biblia nos ordena que “nos reunamos.” Muchas veces he predicado sobre el pecado de dejar de reunirse. De hecho, trato de predicar sobre ello, al menos una vez al año. Hechos 20:7 dice que los discípulos se reunieron para partir el pan. I Corintios 11:17 – “congregáis.” I Corintios 11:18 – “reunís.” I Corintios 11:20 – “reunís.” Y podría continuar … Creemos que los cristianos deberían reunirse el primer día de la semana. Y cuando termine esta situación actual, sería incorrecto que una persona dijera: “Bueno, me gustó quedarme en casa. Creo que simplemente lo haré por Internet.” Eso sería incorrecto. Ahora, para el resto de la lección, quiero sugerirles 5 principios bíblicos que creo que enseñan que lo que estamos haciendo (nuestro arreglo de adoración actual) es justo a la vista de Dios.
AMOR Y PREOCUPACIÓN POR LOS DEMÁS
Una de las acusaciones que se están haciendo hacia aquellos que están reorganizando su adoración, como nosotros, es que tienen miedo y que el miedo es un pecado. Pero como ve, no hemos tomado esta decisión por miedo. Hemos tomado esta decisión por amor y preocupación por nuestros miembros y la comunidad en general. Creemos que esto es practicar la Regla de Oro (Mateo 7:12). Actualmente, el gobierno nos dice que reunirse en grupos de más de 10 personas incrementa grandemente el riesgo (incluso hasta el punto de morir). Seguramente, reubicar temporalmente nuestras asambleas, es mantener los principios cristianos.
En Mateo 12, hay una situación muy interesante. Los discípulos de Jesús habían arrancado un poco de grano para comer en sábado. Versículo 2: “Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.” No les parecía lícito y estaban quejándose al respecto. Jesús dijo: “¿O no habéis leído en la ley [eso es lo que tenemos que hacer, leer en la ley] cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?” Puede parecer que los sacerdotes estaban violando el sábado, pero no lo estaban. A los fariseos les parecía que los discípulos de Jesús estaban violando el sábado, pero no estaban. No obstante, Jesús dijo en el versículo 7: “Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes.”
¿Qué significa lo anterior? Aquí está el punto, El servicio
externo a Dios no le agrada, si se hace a expensas de la misericordia (en este caso,
estos
discípulos hambrientos). Si hoy un hombre observara las formalidades externas de la
ley de
Dios mientras ignora
el amor y la misericordia (que Dios también requiere), los actos externos no le hacen ningún bien. Lucas 14:
“Aconteció un día de reposo, que habiendo
entrado (Jesús) para comer en casa de un gobernante, que era
fariseo, éstos le acechaban. 2Y he aquí estaba delante de él un
hombre hidrópico [una enfermedad
producida por acumulación de agua]. 3Entonces
Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 4Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. 5Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? [¿Su punto? Ustedes ni siquiera van a dejar que un animal sufra en el día de reposo. Ayudarlo no era una violación del sábado. ¡Incluso ellos entendían y practicaban eso! ¿Cuánto más la salud o la vida de una persona?] 6Y no le podían replicar a estas cosas.”
Lucas 13:11 – Jesús enseña en la sinagoga y había una mujer encorvada. El texto dice, “y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.” Jesús la sana, versículo 14, “Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.” Versículo 15, “Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?” No dejaban que sus animales se quedaran sin agua en el día de reposo … no deberían haberlo hecho. Pero esto era un ser humano que había estado sufriendo durante DIECIOCHO AÑOS. Aprendamos lo que esto significa, “Misericordia quiero, y no sacrificio.” No significa que no obedezcamos a Dios. Significa que servir a Dios en forma legalista mientras se ignora el principio de la misericordia hacia su prójimo, ¡fracasa!
Hermanos, ¿hay un principio aquí para nosotros? Sin duda lo hay. Al ver alrededor―las autoridades médicas, funcionarios del gobierno nos dicen que “Al reunirnos se arriesga a propagar este virus … que puede incluso matar.” Leí un artículo en el Christian Post la semana pasada donde 43 miembros se enfermaron … Diez de ellos dieron positivo por Covid-19 después de que tuvieron un avivamiento en contra la advertencia del gobierno. Dijeron que no querían cancelarlo porque tenían un orador invitado foráneo. El Charlotte Observer tiene un artículo de una iglesia en KY que celebró servicios contra la advertencia del gobernador y un visitante contrajo el coronavirus. Aparentemente, hizo que la iglesia se viera muy mal ante la comunidad. Un artículo dice que la iglesia ahora ha borrado su página de Facebook. El otro día vi una propaganda respecto a cuánto se reduce la propagación de este virus estando en cuarentena. Fue increíble. Amigos, podemos insistir, “¡No, de todos modos, nos vamos a reunir en el edificio!” pero estaríamos cayendo en la misma trampa que los fariseos.
EL PRINCIPIO DE LA CUARENTENA
Levítico 13 – Si un hombre tenía una llaga en el cuerpo, iba y se la mostraba al sacerdote. El sacerdote le examinaría ciertas características. Si el cabello en la llaga se había vuelto blanco. Si la llaga era más profunda que la piel que la rodea. Dependiendo de lo que determinara, el versículo 4 dice: “entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.” En el séptimo día, lo revisaba nuevamente. Si la llaga no ha cambiado, debía poner en cuarentena otros 7 días (14 días). Dependiendo del resultado, lo pronunciará limpio o inmundo. Ahora, no voy a entrar en todos los detalles de la lepra, pero seguramente hay algunas cosas que podemos aprender aquí. Hermanos, lo que estamos haciendo es practicar un método de contención de enfermedades probado bíblicamente.
PRINCIPIO DE CONSISTENCIA
Hebreos 10:25 dice que NO debemos de dejar de congregarnos. Uno “deja de congregarse” cuando “decide” no asistir … no cuando se le impide asistir. Hemos entendido que quien está enfermo no se está dejando de reunir. Alguien que cuida a un enfermo no se está dejando de reunir. Además, entendemos que alguien que es contagioso y se queda en casa no se está dejando de reunir. Siempre hemos dicho que alguien que tiene una enfermedad altamente contagiosa debe quedarse en casa. No lo traiga al resto de nosotros. No consideramos eso como “dejando de congregarse.” Ninguno de estos está optando o decidiendo no reunirse.
Ahora considere este pasaje – Hechos 8:1, “En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria…” Entendemos que estos cristianos no estaban dejando de reunirse. Hay momentos en que los cristianos simplemente no pueden reunirse. Entonces, ¿qué hicieron los primeros cristianos en Hechos 8? No lo sabemos Probablemente hicieron lo que estamos haciendo … probablemente se reunieron en grupos pequeños o en hogares individuales. Era común en el primer siglo reunirse en los hogares de las personas. Romanos 16:5 – Aquila y Priscila tenían una iglesia que se reunía en su casa. Colosenses 4:15 – Ninfas tenía la iglesia que se reunía en su casa. ¿Cuantos eran? No lo sé, pero no podrían haber sido demasiados. Luego, los hermanos en Jerusalén se habían estado reuniendo en una gran iglesia, en la iglesia de Cristo de Jerusalén, pero cuando se dispersaron, ya no pudieron hacerlo. Ahora aquí está la pregunta: “¿Pecaron cuando se dispersaron?” ¿Podrían haber dicho, “NO!
¡Tenemos que reunirnos! ¿Lucharemos contra la persecución y nos veremos de todos modos?” No hicieron eso, y no hay indicios de que se equivocaron al dispersarse.
Es interesante que en Apocalipsis 1, encontremos al apóstol Juan, en el exilio en la isla de Patmos, no obstante, él está solo adorando a Dios en el día del Señor. Ciertamente no fue su decisión, pero adoraba a Dios solo. A veces la gente usa Mateo 18:19, “donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” y sugieren que al menos dos son necesarios para la adoración. Eso es un mal uso total de ese pasaje. Pero mi punto es: puede haber circunstancias que lo mantengan alejado de la reunión grupal … Tal vez se disperse en la persecución. Quizás esté en el exilio. En Hechos 28:30, Pablo estuvo bajo arresto domiciliario durante dos años y se perdió la adoración. Estaba en una casa alquilada, pero aparentemente por orden del gobierno romano, no se le permitía salir y cumplir y se perdió la asamblea pública durante 2 años. ¿Él adoraba? Oh, estoy seguro de que lo hacía. No obstante, la circunstancia que NOS impide asistir a una asamblea grupal es la misericordia … tratando de NO propagar una enfermedad. Sin embargo, no estamos abandonando la asamblea.
AUTONOMÍA
Considere esto. La policía bloqueó el área de la ciudad que incluye el edificio de nuestra iglesia y dijo: “¿No pueden entrar, tenemos un convicto fugado en esta área?” ¿Qué haría? ¿Qué pasa si se descubrió Antrax en el edificio de su iglesia? ¿Qué haría? ¿Qué pasaría si los musulmanes plantaran bombas en las iglesias de toda la ciudad y la policía solicitara que no se reunieran hasta que pudieran limpiar el edificio? ¿Nos abriríamos paso y nos arriesgaríamos? ¿Diríamos: “El miedo no nos detendrá!” Crecí en Charleston, SC y prediqué allí durante 8 años. Al estar en la costa, los huracanes eran algo frecuente. Y son muy impredecibles. Y así, se tenía que tomar una decisión. ¿Viene hacia nosotros o no? ¿Qué tan grande es el riesgo? ¿Es esta una tormenta seria, o no? ¿Estamos bien por unos días más o va a volver hacia nosotros? Y, ¿cancelamos nuestra asamblea congregacional o no? Eso era difícil. No quiere precipitarse, pero sin duda no quiere meter la pata con la llegada de un huracán.
Hermanos ¿Quién toma esas decisiones? esto se reduce a asuntos de juicio. Ahora, ¿quién tiene autoridad en asuntos de juicio? La respuesta es los ancianos. Ahora quiero enfatizar que los Ancianos NO PUEDEN cambiar los mandamientos de Dios. No nos equivoquemos al respecto. Pero cuando el juicio entra en juego, Dios ha puesto los asuntos de juicio en manos de los ancianos. Entonces, ¿qué pasa si le digo a un anciano: “No creo que el huracán se hubiera acercado. ¡No deberían haber cancelado!” O “los vientos no fueron lo suficientemente fuertes.” Hermanos, ¿qué tan cerca o qué tan fuerte debe estar el huracán? ¿Tiene que estar a 80 kilómetros de distancia? ¿15 kilómetros de distancia? ¿100 metros de distancia? ¿Qué tan cerca debe estar antes de que se cancelen los servicios? ¡Hermanos, esto se reduce a una cuestión de juicio! Ahora algunos dirán: “¡Pero los ancianos no tienen derecho a cancelar los servicios!” En primer lugar, no creemos eso. Nunca lo hemos creído. Si la situación es lo suficientemente grave, todos entendemos que los servicios pueden cancelarse. Pienso en la congregación en Texas recientemente donde el tirador pudo entrar y matar a varios miembros de la iglesia. Los servicios fueron terminados y cancelados por el resto del día. ¿Alguien los culpó? ¡Por supuesto no! – ¿Y si el huracán estuviera a 100 metros de distancia? ¿Podríamos cancelar? ¡Todos saben que podemos! Pero aquí está el punto número 2: En este momento, ¡no hemos cancelado la adoración! Simplemente nos hemos mudado. Nuestros ancianos están pidiendo a las personas que adoren en sus hogares por esta “necesidad que apremia” por el bien de la salud y la vida de nuestros miembros y la comunidad. Pero aquí está mi punto: cuando los ancianos se ven obligados a hacer este llamado de juicio muy difícil … viene con la autoridad de Dios detrás de ella (Hebreos 13:17) (Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos).
Y cada congregación es autónoma. Es incorrecto que una congregación ataque a otra en asuntos de juicio. La Congregación A no puede decirle a la Congregación B: Bueno, se equivocó al cancelar los servicios cuando el huracán estaba a 80 kilómetros de distancia, creemos que debería haber esperado hasta que estuviese a 15 kilómetros de distancia.
OBEDIENCIA CIVIL
Estamos en una situación en la que el gobierno ha pedido a las iglesias que dejen de reunirse en un esfuerzo por reducir la propagación del virus. Sin embargo, algunos argumentan que “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29). Pero sugeriría que están aplicando mal este pasaje. Si el gobierno nos prohibiera adorar a Dios, eso sería un asunto diferente. Pero eso no es lo que está sucediendo. Están diciendo que por el bien de nuestra salud/vida y la de nuestro prójimo, queremos que dejen de reunirse temporalmente en público. Romanos 13:1-2 dice: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.” Dios dio las autoridades de gobierno para la protección de sus ciudadanos. Estas leyes y prohibiciones que se instituyen debido al coronavirus están destinadas a proteger vidas. Esto es completamente consistente con la voluntad de Dios.
Hermanos, hemos estudiado esto y hemos concluido que estamos haciendo lo correcto a la vista de Dios. No estamos cancelando la adoración. Nos trasladaremos temporalmente a nuestras casas hasta que esto termine. Lo hacemos por amor a nuestro prójimo y en obediencia constante a la ley de Dios.
Al español1
Jaime Hernández
Traducción del telepromter script de la versión en video.
Querétaro, Mex. Abril de 2020
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